Cuenca Cuenca es una ciudad para visitar sin prisa. Una ciudad para ver por dentro, paseando sus calles, entrando en sus múltiples rincones monumentales. Una ciudad para ver desde fuera, desde el otro lado del Júcar y del Huécar, verla durante el día y durante la noche. Para disfrutar de las construcciones del hombre y de la naturaleza. Descubrir escondidos callejones, fachadas y callejuelas.